Mi Historia
ACERCA DE MÍ
Desde niña fui muy buena en la escuela, siempre estaba en el cuadro de honor y era la primera en la clase. De hecho, yo me definía como una persona muy inteligente en el aspecto académico y laboral, pero “muy tonta” en la vida personal.
Estudié la Licenciatura en Derecho en el Tec de Monterrey. Después de algunos años como Abogada Corporativa me fui a España a realizar una Maestría en Creación y Aceleración Empresarial.
Como abogada, tenía resultados medianamente buenos. Me iba bien, pero no era feliz y estaba convencida que tener relaciones tóxicas, tanto en lo personal como en lo profesional, era lo normal.
Me encantaba ser la “bruja” en la oficina y con mi familia, porque pensaba que eso hacía que las personas me respetaran, ya que yo era sumamente insegura y por eso usaba esa máscara.
Me acostumbré a andar siempre a la defensiva, hacer un drama por todo y con todos, creerme todopoderosa, pero a la vez sentirme sola, poca cosa e infeliz. Aunado a eso, creía que mi mente era mi peor enemiga, ya que todo el tiempo había un dialogo en mi cabeza que me causaba ansiedad, desesperación y mucho enojo. Me sentía perdida y pensé que terminaría en un psiquiátrico porque mi mente nunca se callaba.
Todo eso me llevó a una depresión muy fuerte, al grado de querer quitarme la vida, y en mi desesperación por salir del hoyo negro en donde mi vida se encontraba, empecé una búsqueda imparable a las preguntas:
¿Para qué estoy viva? ¿Qué es la felicidad? ¿Qué es el éxito? ¿Cuál es mi sitio? ¿Siempre tengo que buscar el reconocimiento de los demás? ¿Cómo puedo tomar las riendas de mi vida? ¿Para tener éxito profesional debo renunciar a mi felicidad?
Así que empecé a hablar y a escuchar a psicólogos, psiquiatras, monjas, meditadores, sacerdotes, coaches, familiares, empresarios, neurocientíficos, médicos y personas de todas las edades que me compartieron conocimientos que me abrieron los ojos y experiencias de vida que me impactaron e inspiraron.
Pero hubo una frase que cambió mi vida cuando la leí:
“Todo ser humano, si se lo propone, puede ser el escultor de su propio cerebro”.
Santiago Ramón y Cajal
Esas 15 palabras me dieron la luz que necesitaba y desde ese momento me propuse aprender a utilizar mi mente a mi favor para hacer de mi cerebro una obra de arte.
Y así fue como inicié mis estudios en el campo del Coaching, Neurociencias y Ciencias de la Felicidad, en Estados Unidos y México.
Con todo lo aprendido en ese camino, empecé a usar mi mente de forma estratégica y a romper mis techos de cristal mentales. También me deshice de los conceptos de éxito y felicidad que había aprendido de niña y que nada tenían que ver con lo que yo realmente quería, así que empecé a definir mi propia filosofía de vida, dejando de ser víctima de mi pasado, de mis errores o de los demás, para hacerme responsable de mi vida, de mis decisiones, de mi presente y de mi futuro.
Gracias a ello he tomado las riendas de mi vida y de mi felicidad, y ¿qué crees? ¡ya no me siento tonta! Hoy vivo de una manera más consciente y feliz, sabiendo que el éxito personal y profesional sí pueden ir de la mano y que la felicidad no es sólo una idea abstracta, sino algo real que requiere trabajo diario.
Ahora soy Coach de Alto Desempeño y Felicidad y he desarrollado mi propia metodología con la que, desde hace 7 años, ayudo a Gerentes, Directivos, CEO’s y Empresarios, a transformarse en CEO de su vida, rompiendo sus techos de cristal mentales y teniendo una Vida Altamente Rentable, que se traduce en:
- Más tiempo para invertirlo en sus hobbies, familia o cuidado personal.
- Más energía y vitalidad.
- Más felicidad.
- Mayor enfoque.
- Relaciones profesionales y personales más sanas y enriquecedoras.
- Mejores puestos laborales.
- Mayores ingresos económicos.
- Mucha paz mental.
- Una vida en constante expansión.